Noviembre llega con frío y lluvias. Pero también con recomendaciones bajo el brazo.
Noviembre es uno de los mejores meses para viajar a Japón. Por todo el país los japoneses hacen turismo cámara en ristre para captar los mejores momentos del momiji-gari, o lo que es lo mismo, cómo el otoño va llenando el país con los colores rojizos y amarillos de los arces y los ginkos. En Kioto, por ejemplo. hay que ir al río Hozu, donde se puede disfrutar de una excursión en barco de dos horas de duración. Cerca
de Tokio, el lugar indicado sería Nikko, que en estas fechas está espectacularmente hermoso, al igual que Koyasan, el pueblo de los monjes. Para saber más no dudes en visitar mis posts sobre Japón, la web de Turismo de Japón o esta información orientativa sobre los "tempos" de la coloración otoñal en el país. 
La última novedad en español de Lonely Planet es su monográfico dedicado a las escapadas familiares por España, con un total de 365 experiencias. Dormir en una caravana de circo, ser pastor por un día y bañarse con leones marinos son algunas de las actividades propuestas en 365 Experiencias con tus hijos, todas ellas divertidas y educativas a partes iguales. P.V.P.: 18,95 €
Y tres títulos para entender aún más el universo norteamericano ahora que les toca volver a decidir sobre su futuro próximo. El primero de ellos es una novedad muy apetecible que ha llegado gracias a la editorial Rey Lear. Impresiones de Yanquilandia es el libro que escribió el genial Oscar Wilde tras su aventura americana, que duró dos años, desde la Nochebuena de 1881, momento en el que parte hacia Estados Unidos, hasta 1883, cuando vuelve a Inglaterra. Su visita no se limitó a Nueva York, sino que también se internó por el Oeste de los vaqueros. Cuarenta años antes, otro escritor de las islas había cruzado el charco para conocer América. El 3 de enero de 1842, Charles Dickens y su esposa se embarcaron en el Britannia para descubrir la nueva y revolucionaria sociedad que se estaba forjando al otro lado del Atlántico. Durante seis meses transitaron por diversas ciudades estadounidenses y todo aquello que llamó la atención del escritor -las estructuras sociales, judiciales, sanitarias, penales e industriales- quedó plasmado en Notas de América (Ediciones B), un interesante testimonio de la Norteamérica de mediados del siglo XIX.
La siguiente novela resulta difícil de encontrar en la actualidad, a pesar de que están siendo editados otros títulos suyos que eran inéditos en castellano, como Diario de Rusia o Diario de una Novela. Estoy hablando de John Steinbeck y de Mis viajes con Charley. Con 58 años, el escritor norteamericano decidió subirse a una caravana a la que bautizó Rocinante y viajar por su país para conocer de una forma directa la realidad de sus compatriotas, de todos aquellos a los que no se les daba demasiada voz por aquella ápoca. En sus páginas el léctor no sólo encuentra historias de a pie sino también alguna de las frases más conocidas de Steinbeck ("la gente no hace viajes, son los viajes los que hacen a la gente") y grandes verdades del país: "Cuando un hombre amasa una fortuna con el petróleo o con contratos del gobierno, en la indutria química o vendiendo productos alimenticios al por mayor, lo primero que hace es comprar un rancho, el mayor que pueda permitirse, y criar un poco de ganado. Dicen que el candiadto a un cargo público que no posea un rancho tiene pocas posibilidades de salir elegido. La tradición de la tierra está profundamente fijada en la psique de Texas"
La frase
"América es el único país del mundo que pasó del barbarismo a la decadencia sin civilización entre medias"
¿Quién dijo esta famosa frase? Ni Wilde, ni Clemenceau, ni Churchill. La autoría de esta célebre sentencia sigue siendo una incógnita a pesar de que su origen ha sido rastreado hasta el periódico francés La Liberté, que la publicaría en un editorial sin firmar en el año 1932, del que se hizo eco poco después el The Washingtom Post. Si quieres saber más, visita esta página
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